El coworking ha transformado el panorama empresarial en todo el mundo, y Latinoamérica no es la excepción. Los espacios de coworking en la región han impulsado el crecimiento de numerosas startups y negocios locales, proporcionando entornos dinámicos y colaborativos que fomentan la innovación. Numerosas historias de éxito que nacieron en espacios de coworking, startups que crecieron exponencialmente gracias a estos entornos de coworking en Latinoamérica y el impacto significativo del coworking en negocios locales. Acompáñanos a descubrir cómo el coworking ha sido un catalizador para la innovación y el crecimiento en la región.
Rappi, fundada en Bogotá, Colombia, es uno de los ejemplos más destacados de una startup que aprovechó el coworking en Latinoamérica para crecer. Rappi comenzó su andadura en espacios de coworking como Impact Hub Bogotá, donde sus fundadores encontraron el entorno perfecto para desarrollar y escalar su plataforma de entrega a domicilio. Gracias al acceso a una red de mentores, recursos y una comunidad colaborativa, Rappi pudo innovar rápidamente y expandirse por toda Latinoamérica. Hoy en día, Rappi opera en más de 200 ciudades en 9 países, con una valoración de más de 3.5 mil millones de dólares.
NuBank, el banco digital más grande de Latinoamérica, comenzó su camino en un espacio de coworking en São Paulo, Brasil. David Vélez, cofundador y CEO de NuBank, eligió un coworking en Latinoamérica para lanzar la empresa debido a la flexibilidad y las oportunidades de networking que ofrecía. Este entorno permitió a NuBank crecer rápidamente, desarrollando una plataforma bancaria que ha atraído a millones de usuarios. Con más de 20 millones de clientes en Brasil, NuBank ha recaudado más de 1.5 mil millones de dólares en inversión y ha revolucionado el sector bancario en la región.
Platzi, una plataforma de educación en línea fundada en Colombia, también encontró su hogar inicial en un coworking. Freddy Vega y Christian Van Der Henst, los co-fundadores, utilizaron un espacio de cowork para startups en Bogotá para desarrollar y lanzar su plataforma. Este entorno colaborativo les permitió acceder a una red de emprendedores y recursos que fueron cruciales para su éxito. Desde su fundación, Platzi ha crecido hasta tener más de un millón de estudiantes en 50 países, ofreciendo cursos en tecnología, marketing y negocios.
Konfío, una fintech mexicana que proporciona financiamiento a pequeñas y medianas empresas, comenzó su viaje en un espacio de coworking en Ciudad de México. David Arana, fundador y CEO de Konfío, eligió el coworking en Latinoamérica por su flexibilidad y la posibilidad de interactuar con otros emprendedores. Gracias a este entorno, Konfío pudo desarrollar rápidamente su plataforma y escalar su operación. Hoy en día, Konfío ha otorgado más de 1 mil millones de dólares en préstamos y ha recibido inversiones significativas, incluyendo una ronda de 100 millones de dólares liderada por SoftBank.
Mercado Libre, la plataforma de comercio electrónico más grande de Latinoamérica, también tuvo sus raíces en un espacio de coworking en Buenos Aires, Argentina. Marcos Galperin, fundador y CEO de Mercado Libre, utilizó el coworking para lanzar y desarrollar su empresa. Este entorno proporcionó a Mercado Libre la flexibilidad y el apoyo necesario para escalar rápidamente. Hoy, Mercado Libre opera en 18 países y tiene una capitalización de mercado que supera los 60 mil millones de dólares, siendo una de las empresas más valiosas de la región.
Kueski, una fintech mexicana que ofrece microcréditos en línea, es otro ejemplo de éxito en el coworking. Adalberto Flores, cofundador y CEO de Kueski, eligió un coworking en Guadalajara para lanzar su empresa. Este entorno le permitió acceder a una red de mentores y recursos que fueron fundamentales para su crecimiento. Desde su fundación, Kueski ha otorgado más de 1 millón de préstamos y ha recaudado más de 100 millones de dólares en inversión.
Cornershop, una plataforma chilena de entrega de compras de supermercado, también es un notable ejemplo de una startup que se benefició del coworking en Latinoamérica . Fundada en 2015 por Daniel Undurraga, Juan Pablo Cuevas y Oscar H. Steensma, Cornershop comenzó en un espacio de coworking en Santiago. Este entorno les brindó la flexibilidad y el acceso a una red de emprendedores y recursos esenciales para escalar su negocio rápidamente. En 2019, Cornershop fue adquirida por Uber por 459 millones de dólares, demostrando el impacto significativo que el coworking puede tener en el éxito de una startup.
Los espacios de coworking en Latinoamérica no solo benefician a las startups y emprendedores individuales, sino que también tienen un impacto significativo en las economías locales. En ciudades como Buenos Aires, Ciudad de México y Santiago, los coworking han revitalizado áreas urbanas, atrayendo a profesionales y empresas que contribuyen al dinamismo económico. Según un estudio de Deskmag, el 89% de los espacios de coworking han ayudado a mejorar la economía local al atraer negocios y talento a la zona.
El coworking en Latinoamérica fomenta la innovación y la colaboración, creando un entorno donde las ideas pueden fluir libremente. Este ambiente ha sido fundamental para muchas startups y empresas emergentes en Latinoamérica. Un ejemplo es Impact Hub, una red global de espacios de coworking centrada en el emprendimiento social. En ciudades como México D.F., São Paulo y Bogotá, Impact Hub ha sido instrumental en la creación de proyectos y empresas que abordan problemas sociales y ambientales. En Ciudad de México, por ejemplo, Impact Hub ha apoyado a más de 150 startups sociales, ayudando a resolver problemas locales a través de la innovación.
El coworking también ha contribuido a la creación de comunidades empresariales sólidas. En Medellín, Colombia, espacios como Ruta N han sido fundamentales en la transformación de la ciudad en un hub de innovación y tecnología. Ruta N no solo ofrece espacios de coworking, sino también programas de aceleración y apoyo a startups tecnológicas. Esto ha atraído a empresas tecnológicas de todo el mundo, impulsando el desarrollo económico local y posicionando a Medellín como un centro de innovación en América Latina.
El coworking en Latinoamérica no está limitado a las grandes ciudades; también está teniendo un impacto significativo en áreas rurales. En Argentina, por ejemplo, el coworking rural ha revitalizado pueblos pequeños, atrayendo a nómadas digitales y emprendedores que buscan un entorno tranquilo y colaborativo. La red de coworking Impacto Cowork ha creado espacios en localidades como Tandil y Villa General Belgrano, ayudando a diversificar las economías locales y fomentar el desarrollo sostenible.
El coworking en Latinoamérica ha demostrado ser una herramienta poderosa para el crecimiento y la innovación en el mundo empresarial. Desde startups que han alcanzado el estatus de unicornios hasta negocios locales que han revitalizado sus comunidades, los espacios de coworking han sido el catalizador para innumerables historias de éxito en Latinoamérica. Al ofrecer un entorno flexible y colaborativo, el coworking no solo facilita el crecimiento empresarial, sino que también contribuye significativamente al desarrollo económico local y global.
Para cualquier emprendedor o empresa en busca de un entorno dinámico y colaborativo, el coworking ofrece una solución ideal que puede transformar ideas en realidades y pequeños negocios en grandes éxitos.
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